jueves, 11 de julio de 2013

Declaración poco seria

Voy a hacer un autocomplot literario. Desde hoy empezaré a llenar cuadernos a más no poder con una prosa agobiante y metamorfosea, de dudosa calidad y procedencia más dudosa, pero nunca falta de maledicencia. Sufrirán Góngoras y Kafkas, Lugones y Tolstois, más no podré injuriar analfabetos y occisos. Voy a gastar biromes, lápices, pinturitas, oleo pastel, escribiendo sin parar de la noche a la mañana, abundando y redundando en lugares comunes y falta de originalidad. Los peatones con morbo curioso observarán, cuando me vean escribiendo en los colectivos, en medio de la calle, caminando y sentada en el cordón de la vereda. Como un epitafio literario, mis versos satánicos grabados en piedra dejaré:

Garabateando
versos y prosas.
Aunque, es cierto,
de manera roñosa,
insignificancia profunda,
muy poco tiento,
y métrica confusa.
Voy a escribir de izquierda a derecha y viceversa; con rimbonbante y profusa adjetivación. Las oraciones tendrán sujeto y predicado. O bien sujeto tácito y voz pasiva tendrán. Pero ningún sentido, pobre lector, les podrás encontrar.
Ahora si, nadie se puede salvar, será un holocausto verbal, un genocidio alfabético, la catombe será.
Voy a escribir hasta los márgenes, van a ver.
Pero ni sueñen en que después lo pase en limpio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario