martes, 29 de septiembre de 2009

Frases hechas (y algo mas)

Advertencia previa: este escrito fue hecho con algo de bronca; no quisiera que se lea como un brote moralizador, sino como una reacción, un grito tal vez inútil ante tanta hipocresía contaminante. Ahora si, debidamente advertid@, leed!
Hoy que pensar es prácticamente una mala palabra, ciertas frases hechas vienen como anillo al dedo. No te enganches; se me complica; me colgué; ya fue; siguiendo así, con un estilo parecido. Todas tienen que ver con una misma lógica, con esa moda de que todo debe ser superficial, nada puede importar demasiado salvo unas cuantas mezquindades personales; pareciera que no se puede tener sentimientos mas o menos profundos, y mucho menos ligados a otras personas. Es como si ser human@ tuviera que dar vergüenza. Es la dictadura de los sentimientos prefabricados.
En esta ocasión las frases me sirven de excusa, pero este tipo de comportamiento se manifiesta en una multiplicidad de costumbres y hábitos que poco a poco vamos adquiriendo, nos guste o no, consciente o inconscientemente. El hecho de que las naturalicemos, sea en “frases hechas” o en modos de actuar, significa que adoptamos como dogmas de vida los conceptos que implican; como dogmas digo, porque dada su condición de hegemonía -esto es, de ideas dominantes dentro de un universo conceptual socialmente imperante- las aceptamos, incorporamos y obedecemos sin plantearnos el menor esbozo de crítica sobre ellas.
Y esto es regalar la libertad al peor postor.



domingo, 27 de septiembre de 2009

Un laberinto en espiral

Quien cuenta la esperanza con los dedos de las manos, quien colecciona sueños con vistas a la trascendencia, ya está perdido. La esperanza no se cuenta, no se mide, se da colectivamente, como los sueños no tiene reglas fijas, al menos las reglas que la lógica occidental, racional, matemática, unívoca, autócrata, les quiere imponer (a los sueños, a las esperanzas y a los hombres y mujeres que formamos esto que para humanidad es muy grande y para individuo es muy chico). El mundo pasa, no hay posibilidad de trascendencia asible, no dentro de la lógica, sólo hay esperanzas, sueños, anhelos, pasiones, espíritus que de vez en cuando se elevan (de la tierra al cielo, del individuo a la humanidad, del corazón a la cabeza. Que se yo.) Sólo instantes, sin límites, sin barrotes, sólo transcurrir. Después, lo que la historia guardará, se decide en otro ámbito, muy lejos de nosotros. (Para parafrasear a ese griego pirómano de Heráclito: “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río.”). Esta pasajera coincide hoy (con tantos otros) en la afirmación de que en la historia de cada hombre y de cada mujer reside la historia de la humanidad. El cuento contado por un idiota se repite, se repetirá sin cesar; es un laberinto que redunda una y otra vez las mismas formas, sólo que un tanto distorsionadas, asimétricas, mas tétricas cada vez, así en vez de un círculo puede ir dibujando una espiral infinita. Entonces ¿Cuál es la ilusión?

viernes, 25 de septiembre de 2009

Comienza el viaje

La ciudad se abre como un territorio de aleatoria naturaleza. Muta constantemente, ajena a sus propios habitantes, a las ideas que estos seres racionales puedan formarse de ella. Late acorde a otra lógica, la de la impermanencia; así, recorrer la ciudad que a ojos incautos pueda parecer estática, observando un poco mas se torna un viaje distinto. A veces le ocurre a esta pasajera viajar, sin querer, al otro lado de una ciudad tan ajena y tan propia a la vez, donde la lógica se revierte y se puede pensar de otra forma. Descubrir esta ciudad será el propósito de este diario de viaje... descubrirla creándola.