Acerca de este blog

Diario de viaje de una pasajera en trance comenzó como un proyecto tímido de mostrar al mundo (aunque ese "mundo" sólo pueda concebirse en teoría, ya que en la práctica se reduce al acotado espectro de familiares y amigos que visitan este espacio), de mostrar, decía, una parte de mí muy íntima y que dada mi timidez sólo sale a la luz cuando escribo. Ya tiene varios años de actividad y hay de todo, desde cursilerías barrocas y metafísicas hasta alguna que otra anécdota un poco escatológica, sin pasar por alto varios clamores de angustia existencial posadolescente. 

Ahora que me estoy empezando a tomar la escritura un poco más en serio, más profesionalmente, que pretendo hacer con ella arte, al menos hasta donde mis capacidades lo permitan, se me plantea la duda de dejar abierto este blog o de empezar uno nuevo. 

La opción de renovarme, de comenzar de cero con un blog más maduro que refleje a su vez la escritura que quiero alcanzar, es tentadora. Lanzar pomposamente una página que diga "Acá estoy yo, la Escritora". Pero ni yo estoy ahí ni deseo autoproclamarme con mayúsculas y platillos.

Yo estoy acá. Me doy cuenta al volver a leer las entradas. No me refiero a la calidad de estos escritos (muy variable, de lo peorcito a lo aceptable y a una o dos cosas que me gustan mucho), si no del valor que tienen, en conjunto e individualmente, para mostrar un proceso de desarrollo de mi escritura y también de mi visión del mundo. El epígrafe del blog es "girl, you'll be a woman soon", titulo y parte de la letra de una canción de Neil Diamond y que aparece en la banda de sonido de Pulp Fiction interpretada por Urge Overkill. Creo que esa frase en particular representa bastante bien esta idea de construcción, de estar yendo hacia un lugar, de casi-pero-todavía-no. Este momento de la vida en que transitamos quizá demasiado lentamente a la adultez, tránsito que tal vez sea un estar llegando perpetuo... Ya estoy divagando.

Lo que quiero decir es que si me quiero "mostrar al mundo", este es el mejor lugar. Acá está todo, lo que puedo hacer y lo que no, lo que intenté y me salió mal, aquellas opiniones que hoy cambié o moderé, los textos demasiado parecidos a escritores que me gustan pero que por eso mismo son parte escencial en la búsqueda por mi propia voz y, finalmente, las cosas que me salieron bien y que quiero retomar en el viaje. Con cada libro nuevo que lea, con cada año que cumpla, el carácter de mis palabras va a cambiar. Claro que es una parcialidad, pero la parcialidad más completa que puedo ejecutar por ahora. 

Así que sigo adelante con este blog, en el que usted, lector, encontrará cosas risibles o no tanto, pero que son tan parte de mi como los pequeños logros. De eso se trata, de ir creciendo.

Y a tomárselo con soda que es un juego más, nomas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario