sábado, 10 de agosto de 2013

6.08.13

Amaneció triste mi ciudad, un solo grito mudo en todas las gargantas, el eco de un mismo murmullo en todas las voces narrando lo inenarrable. Mi ciudad de todos los dias ve a su gente consternada, besa las manos heridas de los que trabajan, ora por justicia, abraza a los desconsolados. Y allá lejos algún poeta, entre agradecido y amargado, se esperanza pensando que la gente de esta ciudad todavía sabe sentir.