miércoles, 18 de diciembre de 2013

Como el árbol voy creciendo...



Como el árbol voy creciendo. Desde que broté y mientras sea seguiré creciendo. Hace poco descubrí que no se crece siempre hacia arriba y en línea recta. Por eso, igual que el árbol, voy en todas direcciones y me ramifico. Subo, me entierro, rastreo. Transversal. Ramas que se bifurcan como ríos, como venas, como caminos.  A veces quedan truncas, se rompen o son rotas, y es necesario extender otra rama, buscar nuevos caminos.

Algunas personas son como rocas, duras por dentro y fuera; sin embargo tarde o temprano la erosión del viento y del agua las convierte en arena. Yo quisiera, si puedo elegir, ser como el árbol: ir formando lentamente la corteza, engrosar como testimonio del paso de los años, pero seguir teniendo salvia por dentro, seguir dando brotes verdes, y si tengo suerte algún día poder dar frutos y semillas. De esa manera podré no temer a los vientos fuertes, sino aceptarlos y mecerme con ellos mientras duren. No les temeré a las hormigas, los caracoles y los pájaros, al contrario: les daré cobijo y hasta mis frutos, y así me esparciré. Al menos seré fuente de vida y no un suelo árido y estéril.

Entonces, como el árbol albergo otras vidas, otras formas que a su vez me transforman. También como al árbol las tormentas me dejan amedrentada, los vendavales me derriban, el fuego me abraza a veces, irresistible. Y tengo ciclos, estaciones en las que despliego una vida nueva, seguidas de otras en las que parezco una madera muerta y olvidada. Pero si queda algo de vida en mi interior seguiré brotando, una vez más.

Ya sé que soy mujer y no árbol. Que para mí es un acto de vanidad querer parecerme a un ser a la vez tan concreto y etéreo, anciano y solitario. A mitad de camino entre el espacio y el tiempo. Pero siendo humana debo desear. Como mujer rio, lloro, bebo, como, amo, rechazo, elijo, hablo, me equivoco, tengo suerte, hago y rompo, acierto, creo, escribo, me destruyo, filmo, busco, callo, abrazo, leo, siento, canto. Todo para crecer, como el árbol.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Un domingo a la noche. Tormenta. Corte de luz. Si bien generalmente un panorama como ese me hubiera puesto del humor más depresivo imaginable, preferí aprovechar la (poca) luz natural que quedaba y de vela para jugar un rato con eso y sacar unas fotos. Esto salió.







jueves, 5 de diciembre de 2013

Videos

A pesar de un pequeño desamor con mis estudios de cine en este año (no por ellos mismos sino porque el mundo me hizo vivir un par de cosas que me llevaron a acobacharme unos meses) he decidido seguir para adelante con esta cuasi obsesión en que se ha convertido la imagen movimiento. Por un lado aunándolo con la carrera que estudié y que ya casi (toco madera) estoy concluyendo, haciendo trabajos de historia que tengan al cine como fuente y tema central. Por otro lado a través de la práctica, y una linda oportunidad para esto vino de la mano de mi amigo Mauro, que en pocos días estrena una obra de teatro y me pidió una mano para realizar unos trailers o spots con el objeto de dar a conocer la obra. Acá se los dejo, opiniones y criticas como siempre son bien recibidas!

Trailer 1 - Por encima de este techo que nos cubre hay un cielo from Emilce Fabricio on Vimeo.


Por encima de este techo, que nos cubre, hay un cielo - Trailer 2 from Emilce Fabricio on Vimeo.

Bien, esto es todo por ahora. Pronto espero subir novedades de algún proyectito que me anda rondando.
Esa taza de café que se enfrío sobre la mesa, disfrutala, significa que estuviste trabajando...

martes, 26 de noviembre de 2013

Sobre Papá Noel y el statu quo

Y si, aquí estoy de vuelta, con un tema bien navideño. O en realidad no. Advertencia: esto no va a ser entretenido, es yo descargando algunas ideas furiosas sobre banalidades. Comencemos. A partir de un comentario leído en facebook me surge una pequeña reflexión para compartir. Resulta que una amiga comentaba la tristeza que sintió cuando a su sobrinita le explicaron que Papá Noel (¿Santa Claus? Por estos pagos todavía no) "no existe". Mi respuesta a esto fue sintética: lo mejor habría sido no mentirle desde un principio. Otra persona, claramente una madre indignada, me acusaba de pensar así porque no tengo hijos, diciendo que pensaría distinto al ver "su carita ilusionada cuando le escriben la cartita". Quise (y quiero) explicar a continuación por qué, a pesar de no ser Madre, puedo opinar sobre un tema que me parece cien por ciento ético: no estoy de acuerdo con la mentira, mucho más de ser innecesaria y que a mediano plazo causará un daño emocional a nuestros seres queridos. He aquí lo que le contesté a mi interlocutora:
"Hola *******! Te cuento mi experiencia. Mis padres nunca me dijeron que existía Papa Noel. Me dijeron, si, que era una especie de cuento: un señor que nos trae regalos, que existe en el mundo de la fantasía, de los cuentos, pero no en la realidad. Igual que cualquier cuento de hadas. Los chicos saben diferenciar fantasía de realidad, saben que un cuento es un mundo imaginario aunque en realidad blancanieves no "vive" en un lugar real, por ejemplo. Con esa explicación en mente, yo igual escribía las cartitas (mi mamá me ayudaba al principio), armábamos el arbolito, esperábamos a Papá Noel, todo con la ilusión de cualquier chica. Pero sabiendo que en el fondo todo era un juego. Así nunca pasé por la experiencia traumática de descubrir que mis padres y mis seres queridos me habían mentido durante años, pero igual disfruté la navidad. Un saludo! :)"

Si, en ese tono didáctico, meloso y con carita feliz al final. Mi tono empresarial, digamos. De todas formas no logré cooptarla para el lado oscuro de la fuerza, ni a otras personas en el "debate". La lógica de algunos fué la siguiente: "cuando yo era niño mis padres hicieron esto conmigo, ahora yo debo repetirlo", o bien argumentos como el de la alegría de la ilusión infantil. Claro que pareciera que los mismos padres felices cuando sus niños creían ciegamente en ellos, no se daban cuenta de que les producía sufrimiento el "despertar". Un sufrimiento evitable.
Noté lo que he notado en otras ocasiones: una reticencia fuerte a aquello que no encajaba con lo que se suponía debía ser. Acá entra el tema del statu quo. Me ha pasado en otras ocasiones encontrar resistencias semejantes al decir por ejemplo que no como carnes rojas, que no creo que un sentimiento de nacionalidad pueda valer más que una vida... O que no me gusta el cine de Campanella (cuac!)
No debería ya sorprenderme constatar que ciertas actitudes, determinaciones, posicionamientos ideológicos o éticos incomodan a un grupo que no los acepta. Lo que mueve ciertos cimientos puede llegar a enfurecer. Es la resistencia al cambio. Para usar una terminología en boga, la zona de confort social. Y no es que el que aparece como cuerpo extraño sea un inquisidor que obligue a los demás a abandonar sus valores y creencias. El hecho de que alguien piense y diga algo distinto ya es motivo suficiente para que los defensores del orden establecido salten a defenderlo.
No hablo de un fascismo latente ni nada por el estilo. Simplemente este tipo de cosas me hacen pensar en cuanto nos falta cambiar, crecer como sociedad, para realmente respetar la diversidad. Hay un discurso de la tolerancia, que tolera mientras no nos enteremos de lo que el otro hace, dice o piensa. Diversidad sería poder mantener una conversación con alguien que no piensa lo mismo que yo, que no come lo mismo que yo, que no tiene la misma elección sexual que yo. No enojarme, y de ser posible construir algo juntos. Elegí para hablar de esto la anécdota de Papá Noel porque es tan simple y boba que se vuelve ejemplar. Si un sector importante de la sociedad no puede concebir una forma diferente de encarar una cuestión tan simple, y se ofende si alguien propone una alternativa, parece difícil lograr cambios en la forma de tratar la vida y el mundo.
Ahora si, amantes de Campanella, disparen.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Encuentro



Él, croto, arrastrando su barba hasta el pecho, su gorrita verde militar, su montón de parches cosidos que le sirven de abrigo. Rodeado por un aura de vinos en el cordón de la vereda, de revolver contenedores buscando algo que sirva, de todos los aromas que hacen al humano. Su banda de sonido un rumiar constante de palabras angustiosas y felices, las pocas rescatadas del olvido y que se reúnen sin significar demasiado remitiendo a otras palabras, a caras del pasado, a otra vida que fue aunque no parezca. Va mirando las baldosas por calle Entre Ríos.
Ella, altiva, rubia, ocultándose del mundo detrás de los auriculares hi-tech y de los lentes de sol oscurísimos cubriéndole la mitad del rostro. Caniche toy en brazos, un andar pulposo y ondulante bajo las calzas deportivas, preocupada en mantener el ritmo de la caminata y la postura. Mostrándose a los demás como quiere que la vean y nada más, pensando en no pensar y quizás en retrasar el momento del regreso a una cotidianeidad vacía y rutinaria. Arremete a paso firme por calle Jujuy.
Inevitablemente, la esquina los pone cara a cara.

***
 
Epílogo: después del encuentro, la rubia siguió caminando un poco más apurada, no sabiendo si adoptar una actitud de asco o de filantropía. El croto se dió vuelta y le dijo un par de cosas ininteligibles, pero después de un rato volvió a su mundo interior.

sábado, 10 de agosto de 2013

6.08.13

Amaneció triste mi ciudad, un solo grito mudo en todas las gargantas, el eco de un mismo murmullo en todas las voces narrando lo inenarrable. Mi ciudad de todos los dias ve a su gente consternada, besa las manos heridas de los que trabajan, ora por justicia, abraza a los desconsolados. Y allá lejos algún poeta, entre agradecido y amargado, se esperanza pensando que la gente de esta ciudad todavía sabe sentir.

sábado, 13 de julio de 2013

De los imprescindibles

Mi viejo cuenta que hace muchos años tuvo un bar. Era allá por los años sesenta, cuando usaba patillas y Ray Bans. Ahí trabajaba, además, un cocinero español, ya entrado en años, que dejaba traslucir un pasado cosmopolita y de grandes hoteles.
Resulta que mi padre siempre fue un poco workaholic, aunque en aquellos tiempos eso no existía. En una ocasión que se había pasado de las doce horas trabajando detrás del mostrador (era un lugar que abría de corrido día y noche), el viejo se acercó, le preguntó si hacía mucho que no volvía a su casa y al saberlo le dijo:

-Vete a tu casa, hombre, que no eres imprescindible. Que de imprescindibles está el cementerio lleno.

No se si calo muy hondo en mi padre. Por mi parte, es la frase más sabia que escucho en bastante tiempo.

viernes, 12 de julio de 2013

El jardín



Ana entró en el jardín. Era inmenso. El sol brillaba en lo alto del cielo. Comenzó a recorrerlo. Los aromas de las mil flores se mesclaban en el aire tibio. Una cortina espesa de canto de aves amortiguaba el silencio profundo. Tanta era la paz que Ana no necesitaba hacer ningún esfuerzo para que el jardín penetrara en ella a través de todos sus sentidos. Hasta que se llenó tanto de perfume, de viento, sonido, luz y color, de tibieza, de dulzura y de calma que ya no hubo necesidad de sentidos para sentir, y ya no hubo necesidad de Ana para ser; sólo hubo jardín. Y mucha luz.

jueves, 11 de julio de 2013

Declaración poco seria

Voy a hacer un autocomplot literario. Desde hoy empezaré a llenar cuadernos a más no poder con una prosa agobiante y metamorfosea, de dudosa calidad y procedencia más dudosa, pero nunca falta de maledicencia. Sufrirán Góngoras y Kafkas, Lugones y Tolstois, más no podré injuriar analfabetos y occisos. Voy a gastar biromes, lápices, pinturitas, oleo pastel, escribiendo sin parar de la noche a la mañana, abundando y redundando en lugares comunes y falta de originalidad. Los peatones con morbo curioso observarán, cuando me vean escribiendo en los colectivos, en medio de la calle, caminando y sentada en el cordón de la vereda. Como un epitafio literario, mis versos satánicos grabados en piedra dejaré:

Garabateando
versos y prosas.
Aunque, es cierto,
de manera roñosa,
insignificancia profunda,
muy poco tiento,
y métrica confusa.
Voy a escribir de izquierda a derecha y viceversa; con rimbonbante y profusa adjetivación. Las oraciones tendrán sujeto y predicado. O bien sujeto tácito y voz pasiva tendrán. Pero ningún sentido, pobre lector, les podrás encontrar.
Ahora si, nadie se puede salvar, será un holocausto verbal, un genocidio alfabético, la catombe será.
Voy a escribir hasta los márgenes, van a ver.
Pero ni sueñen en que después lo pase en limpio.

viernes, 5 de julio de 2013

In media res

Jean Luc Godard dijo alguna vez: "Me gusta que las películas tengan un principio, un medio y un final. Pero no necesariamente en ese orden."
Cuando nos acercamos a una historia, se supone que el realismo pasa por narrarla de principio a fin, y en un desarrollo progresivo y lineal. La ruptura de estos cánones hoy en día no escandaliza demasiado, pero si podríamos decir que se sigue considerando como algo no convencional. Y en cierto sentido es necesario que para que una historia sea considerada como tal tenga estos elementos; pero me parece, por momentos, que la no-linealidad es mucho más cercana a la forma en como vivimos y percibimos los acontecimientos en el mundo real. Vivimos in media res, no nos es posible asir nuestra experiencia de una manera lineal y evolutiva sino que la percibimos fragmentariamente, filtrada por nuestros prejuicios, distorsionada por la mirada ajena. Luego la historia (personal, nacional, mundial) se construye retrospectivamente, vamos juntando los pedacitos y a partir de ahí podemos conferirle el sentido racional, ese tan del siglo de las luces, que no casualmente también "inventó" la linealidad y el progreso.

miércoles, 3 de julio de 2013

Como en sueños

Como en sueños una visita. Como una expresión de deseo, volcada en la noche que es siempre la misma, y por eso puede conjurar un pasado nuevo, un recuerdo que hubiéramos querido fijar una vez más. Lo que ayer nunca fué (o fué a medias, incompleto, imperfecto) hoy se intenta modelar. Hoy, que ya no puede ser.

jueves, 27 de junio de 2013

Basado en una historia real

Ella dobló la esquina, el aceleró la moto, y ¡pum! la llanta de la bici quedó como si la hubiera diseñado Dalí.

miércoles, 26 de junio de 2013

Andar mucho con red es peligroso también; el peligro del futuro puede ser un buen motor para crear.

viernes, 21 de junio de 2013

Cine

Yo me pregunto si el cine no será la máxima expresión, el triunfo final, sordo y solapado, del surrealismo como modo de concebir el arte y la vida.

sábado, 15 de junio de 2013

Sobre artes y otras yerbas

El otro día escuché a una persona afirmar que en la actualidad las artes que no se vuelvan masivas están destinadas a perecer. Que si no fuera por el cine, de hecho, estarían muertas. Según su planteo la única forma de que llegue el mensaje al público es de una manera masiva. Por otro lado, el cine de menor difusión tampoco era de su agrado, ya que no llega al gran público; una película necesita ser popular para cumplir su cometido, entregar su mensaje, y si no lo hace su destino será igual al de las otras artes, como la pintura o la literatura (según este señor) destinadas a unos pocos. Su argumento principal era que "ya nadie lee, ni va a los museos."
Esto me generó algunas reflexiones. En primer lugar, creo que todas las formas de expresión de la subjetividad humana son válidas; su perdurabilidad en el tiempo o su aporte al imaginario social vienen después, determinadas por motivos de diversas índoles. Cada periodo histórico genera formas de expresión que le son propias. Quizás el cine, surgido al paso de la moderna sociedad de masas europea y capitalista, sea su expresión cultural más representativa. Pero otras ramas del arte también se modifican en tanto lo hace la sociedad, tanto material como subjetivamente. Las artes plásticas durante el siglo XX han generado una multiplicidad de movimientos en este sentido, y qué mejor ejemplo que las vanguardias, cuyo principal motivo era romper con la institución arte tal como se la conocía y salir del museo hacia la vida. En las últimas décadas del siglo XX y a principios del s. XXI, por otra parte, han surgido nuevas generaciones de artistas plásticos, algunos de los cuales no se plantean una función artística convencional, pero que exploran modos diferentes de contacto con el público, tal como en el fenómeno del grafitti. La ampliación de los medios tecnológicos lleva a formas de difusión impensables un par de décadas atrás, como en el caso de la difusión por Internet, y a la creación de nuevos medios de expresión, como el video juego. Pero en el mundo analógico la cosa tampoco va tan mal, sólo hay que recorrer un poco las cifras que mueve el mercado editorial para rebatir la falacia de que "nadie lee". Excelentes obras literarias, clásicas y contemporáneas, comics (otro arte sumamente popular que no hay que ignorar), obras de investigación, difusión, crítica...
Esta enumeración de formas artísticas completamente "populares" podría seguir bastante más. Pero lo esencial es que el argumento de que "las artes están en decadencia", además de ser tristemente pseudo hegeliano, sólo puede ser enunciado si se ignora un amplísimo espectro de la realidad cultural, además de que debe realizarse en un un nivel de generalización de dudosa calidad analítica.
Por otro lado, es cierto que cuanto más difundida sea una obra mejor cumplirá su función social de llevar un mensaje. Sin embargo, si bien todos los productos masivos generan ideología, generalmente es una ideología tributaria de la hegemónica. Es lógico pensar que un mensaje diferente o contestatario no sea difundido con la misma eficacia. Entonces ¿qué hacer para generar un mensaje diferente? Si no hay más que una única vía de hacer llegar el mensaje al público la pregunta no tiene sentido, no hay forma, la sociedad es totalitaria.
Pensar que sólo una forma de expresión (y dentro de la misma la más elitista y comercial, el cine de alto presupuesto y difusión viral) es válida me parece sumamente pernicioso, en cuanto promueve la división y compartimentación de la realidad cultural, que avanza cada vez más (ya lo ha hecho en las ciencias sociales, por ejemplo), y una visión unívoca del deber-ser del artista o intelectual, según la cual hay una sola forma correcta de hacer las cosas. Nada más diferente a crear. Hay que permitirnos pensar no sólo nuevas formas de expresión en los marcos ya dados, sino nuevos formatos y formas de producir. Crear un nuevo mundo creándolo.

jueves, 13 de junio de 2013

Tirano

Me engaña por momentos, me hace creer que ya está, hemos llegado al punto final del recorrido y ahí nos quedaremos. Todo está perfecto así, entonces me relajo y me dejo llevar. Y en el momento cuando más baja tengo la guardia me doy cuenta de que lo hizo nuevamente; las señales: un cambio en la luz, gente que llegó y gente que se fue, y sobre todo, ese imperativo de tener que ir a hacer cualquier otra cosa. Nunca me da tregua. Este tiempo que se obstina en seguir transcurriendo.

miércoles, 12 de junio de 2013

Más simple

Muchas veces, durante mi infancia y mi adolescencia, intenté llevar un diario íntimo, cosa que no considero haber logrado satisfactoriamente. En la mayoría de los casos creo que si encontrara uno lo quemaría. No obstante, recuerdo uno de cuando era bien chiquita (¿seis años?). Cada día empezaba escribiendo: "Querido Diario: hoy fue el mejor día de mi vida." 
No se como esa criaturita despreocupada se transformo en la persona neurótica y pesimista de hoy en día, pero supongo que si algo queda sería bueno rescatarlo. Porque ni toda la filosofía zen explica con más claridad que esas palabras el hecho de que cada día merece ser vivido de la manera más feliz posible. Tal vez una alguien adulto diría que es mas complicado que eso; en nombre de la yo-de-seis-años estoy obligada a decir: es así de simple.

martes, 11 de junio de 2013

No se me cae una

diarioentrance.blogspot.com

Es así nomás, por más fuerza que hago no se me cae una sola idea. Es cierto que hay que dejar que las cosas fluyan, uno de esos lugares comunes que resultan ciertos. Lamentablemente mi cabeza está sufriendo una sequía intelectual que por más que la exprima ni materia gris sale. ¿No podrían inventar unas pastillitas de creatividad? Sospecho, sin embargo, que cuanto más me obsesione con la "idea" (cuac) peor será. La presente muestra de patetiquismo escriturario, anoche en el colectivo.

domingo, 9 de junio de 2013

Lluvia fría



Se sabe que los días de lluvia me pueden. Este pequeño video lo hice a modo de ejercicio, espero que refleje un poco como me hacen sentir.

Vivir en el pasado (microcuento)

Un par de veces se sometió a sesiones de hipnosis y regresión; como le gustó el clima un buen día se quedó a vivir en su vida pasada.

Ideas van, ideas vienen

La física aplicada a las ideas no existe. Por ejemplo, a veces siento que cuantas más cosas meto en mi cabeza más vaciá está. Por el contrario, cuando saco una idea es como si un millón más surgieran. Es como ese truco de magia en que se saca del puño cerrado un pañuelo encadenado a otro y a otro y a otro... Pero por otro lado creo que es imposible tener ideas sin una "bibliografía" de base, es decir, sin un montón de otros conocimientos y experiencias vinculados a lo que querés hacer. Si, no creo en esos escritores cuyo mérito es no haber leído nada. Un escritor tiene que leer, así como un cineasta tiene que mirar mucho cine, un pintor conocer de bellas artes, etcétera. Y además cualquier artista tiene que vivir, experimentar la vida, prestar atención a lo que pasa a su alrededor, a las demás personas, a si mismo.
Una vez que vivir prestando atención y aprendiendo de todo se hace costumbre, el reto es cuestión de ganarle a la vagancia y ponerse a dejar volar la cabeza.

viernes, 7 de junio de 2013

En caso de ser lunes utilice esta entrada

Levante las persianas. Encienda la radio en una emisora agradable. Haga la cama. Tome la pila de ropa enredada sobre la silla y dóblela. Barra el piso. Salga a caminar. Dese una ducha. ¡Felicitaciones! Usted vuelve a parecerse a una persona, con sentimientos, ganas de vivir y de hacer cosas.