martes, 16 de septiembre de 2014

Oda al Margen

Al mejor estilo Carlos Argentino traigo a ustedes la versión última de esta

Oda al Margen



Margen, franja recta siempre a un lado, fiel a tu verticalidad mientras soportas la perpendicular afrenta de los vistosos renglones: por la poca consideración que se te dedica, yo te ofrezco esta Oda.
Oh, margen, ¿qué sería sin ti de los estudiantes durante tediosas horas de clase magistral?¿Cuántos talentos pictóricos se hubieran perdido por siempre en el mar del olvido ante el flagelo de tomar apuntes?
En ti viven mundos gráficos a dónde huyen las mentes aburridas y en los que plasman hermosos parajes, figuras geométricas o partes de la anatomía humana.
En ti una digresión es la salvación de quedarse dormido ante una disertación soporífera, es la cadena que crea camaraderías el primer día de clases o la expresión de la mirada inquisitorial sobre ese compañero tan raro.
En ti se vuelcan jocosas e ingeniosas observaciones sobre la psiquis del ser y la naturaleza del mundo, rozando la filosofía más profunda.
Y desde luego, no existe agenda o almanaque más a mano que tú cuando hay que anotar un número de teléfono o el horario de un compromiso.
¡Qué no te sometan a las banditas plásticas para reforzar los agujeritos! ¡Qué al arrancar la hoja del cuadernillo no sea tu cuerpo el sesgado!
Poderoso margen, Rey destronado cuya condena es habitar los submundos de lo olvidado, la periferia de la utilidad: el día en que todo sea juzgado yo abogaré por ti.

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