sábado, 18 de junio de 2011

Machismo

A grandes rasgos, el machismo concibe a la mujer en dos formas fundamentales, que si bien difieren en algunos aspectos, tienen una orientación similar. Por un lado se muestra a la mujer como un ente maligno, dañino para la comunidad masculina en general; ejemplos de esto, no por renombrados menos efectivos, son Pandora y Eva. Es decir, aquí la mujer es concebida como un ser vil. Por otro lado, de esta primera caracterización, deriva una segunda: quizá debido a la necesidad de compensar esta inquina debe velar por la seguridad y bienestar del hombre, asegurando su comodidad y su placer, y entonces, ya sea como abnegada ama de casa o en las publicidades de axe, adquiere la forma de un objeto servil. 
La observación a simple vista de las similitudes gramaticales dan cuenta de que quizá no es tan diferente una idea de la otra.

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