Como siempre, todo comienza con una apuesta. ¿Qué es lo que debería ser dicho y qué debería ser reservado? ¿Es necesario decidir entre todo o nada? Y el interlocutor ¿estará dispuesto a escuchar todo lo que uno tenga para decir? Hay un proverbio que reza: "el hombre es amo de sus silencios y esclavo de sus palabras."
Entonces la apuesta es dar o guardar, arriesgarse a ganar o perder, y no hay manara de saber cual será el resultado final ( si lo hay ).
En el fondo, la duda y la angustia permanecen; la diferencia radica en arrojarse o no. Objetivo: el mundo.
ajajáaa
ResponderEliminarasí que tenemos blog!
oh dios, he sido descubierta! así es, por suerte para los desvariantes de todo tiempo y lugar, existe internet...
ResponderEliminarno esta nal mal piba, parece interesante, asi que como es lo debido te ddejo mis frases celebre en estrecha relacion con el tema (sea cual sea): "morfa e lo ma mejor pa cuando pica el bagre"!!! CUSHKALA!!!!!!!!!. un abrazo, saludos, etc, etc y adyacentes.
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