domingo, 5 de julio de 2015

Cambio(s)

Cada vez me convenzo más con eso de que una determinada predisposición de ánimo influye en las cosas que nos pasan, o dicho de otra forma, que nada de lo que nos pasa es absolutamente fortuito sino que también tiene que ver con lo que nosotros estamos en posibilidad de recibir. Me imagino la existencia de una fina linea entre la casualidad y la causalidad, eventos de los que no somos responsables pero estamos en posibilidad (ojo, no digo preparados) para recibir.
Hace de principios de este año que empecé a estar dispuesta, abierta al cambio. Un nuevo trabajo, que transformó mi rutina. La inminencia de terminar mi cartera y recibirme, hecho que hasta hace un mes o dos me llenaba de miedo y ahora, finalmente, espero entusiasmada. Pero abrirse al cambio tambien hace que ocurran cosas que no deseamos, que estaban latentes esperando el momento de surgir. Es el caso de una relación larga y fundamental en mi vida que termino abruptamente. Esto literalmente me cambio la vida, no solo respecto al presente sino al futuro que soñaba. Ahora  tengo que construir de nuevo un montón de cosas, y es abrumador pensar en el pasado, en lo que podríamos haber llegado a ser... Pero está fuera de mi alcance volver a lo que tenía, fue decisión de otro. Y tengo que seguir.
Creo que en cierto punto yo tambien deseaba un cambio, definitivamente no en el sentido que se dio, pero era un cambio que ese resto permitió. Obvio, yo hubiera tomado un rumbo distinto, pero es parte de la vida aprender que esta no siempre te da los gustos, y aceptar no decidir, sobre todo cuando se trata de relaciones con otras personas. Es que en esto esta el viejo tema de "mi libertad termina donde empieza la tuya"... Y no podes obligar al otro para que te quiera o sea feliz a tu lado.
Ahora me voy a tomar un tiempo de introspección para procesar todo. Para que se vaya el dolor. Para que mis células se regeneren. Para crecer. Para ser feliz otra vez. Va a ser un largo tiempo.
Pero también es parte del cambio que pedí. Una transformación es algo doloroso, que implica perdida. Aunque no se como va a ser el futuro, solo se que la vida sigue, y que cada vez me enseña más.

jueves, 2 de julio de 2015

patas arriba

Todavía no puedo procesar esto. El mundo se convirtió en una de esas habitaciones giratorias que usan en televisión, y no consigo mantenerme en el suelo porque ahora esta arriba, pero la gravedad esta en el techo y eso no me parece bien. No me gusta nada. Entonces corro por las paredes tratando de volver a donde estaba, de mantenerme con los pies en el piso, pero como usted se imaginará me veo ridícula, desesperada y loca. Debe ser que soy medio lenta y no logro aceptar que lo que hasta hace diez minutos (o diez días) era el suelo ahora este sobre mi cabeza, que la mesita del comedor sea una araña (debe estar atornillada) y que yo este arrinconada en lo que fue una esquina del techo tosiendo con la tierra acumulada que flota hecha polvillo debido al estremecimiento.
Cierto, estoy desvariando. Creo que si me enfrento a la realidad desnuda en este momento, sin mediarla con algo de fantasía, tendría que colapsar. Para evitar eso inventamos la ficción, no? Esto que me esta pasando es demasiado grande para comprenderlo; se parece (quien no lo habrá experimentado) a querer pensar en el universo. Algo tan incomprensible, tan más-allá-de-nosotros, que no alcanzan las neuronas para hacer toda la sinapsis que hace falta. Igualito, con la pequeña diferencia de que esto es mucho más cercano que todo el universo - por tanto más real.
Eso, en lo que respecta a la cabeza. Acerca del corazón mejor ni les cuento. Es la primera vez que se rompe.