Ser feliz significa abandonar un poco la realidad. En un mundo de realidad absoluta no hay lugar para la utopía. Esta significa creer en otro mundo, donde las circunstancias y las personas son, no sólo mejores, sino ideales. Es decir, un mundo donde la felicidad es posible. Claro que en la vida real la felicidad plena y eterna no existe, por eso es necesario abandonarla y sentirnos en un mundo de utopía realizada. Así al menos entiendo yo eso de "ser feliz cada día con las cosas simples", teñir a la realidad de esa utopía, y de esa manera otorgarle sentido.