Me acerco resignada pero decididamente al escritorio para leer alguito de Argentina I, pero soy brutalmente repelida en cuanto tomo posesión de la silla; acto seguido comienzo a sentirme invadida por una sensación de mortal apatía. Me pinto las uñas, reviso el facebook, y todo vuelve a empezar.
Necesito crear un circulo virtuoso ya mismo.